Llevábamos unos meses preparándolo, sabíamos que iba a ser difícil encontrar a ex-compañer@s después de 30-35 años, que habría problemas para concretar el día y el lugar, pero la verdad es que hasta donde se pudo llegar todo fue rodado.
Me desperté a las 5 de la mañana y ya no pude dormir más, una mezcla de pensamientos y emociones correteaban en mi interior, en vista del "follón" opté por tomarme un café, conectar el ordenador para hacer algunos repasos en la nueva página que habíamos creado e ir preparando todo lo necesario para el encuentro.
Sobre las 09:15 h me fui a coger el autobús que me tenía que llevar a la estación de Autobuses de Igualada y una vez allí, el que me llevaría a Barcelona, pero nada más pisar la calle pasó delante de mis narices, así que decidí ir andando, tenía tiempo hasta las 10 h que salía el otro y así iba conociendo un poco más esta ciudad en la que recientemente me he instalado.Más o menos en 25 mn. llegué a la estación y sobre las 09:55 llegó el autocar, me enteré que este era directo, que bien!...
Ya en dirección a Barcelona todo andaba en eboyución dentro de mí... recuerdos... cómo sería el encuentro...quien vendría. Menos mal que era directo, si no me da algo, quién se había entretenido esa noche en poner kilómetros a la carretera? (Alguien que también debió de tener un "follón" que no le dejó dormir).
Una vez en Barcelona, en la parada María Cristina, elegí ir andando hasta el lugar del encuentro, no estaba para metros (esos que van por el subsuelo y que tienes que ir corriendo aunque no tengas prisa porque "el ambiente te lleva") ni quería depender de nada para llegar, aparte eran las 10:45 h y hasta las 12 no habíamos quedado.
A las 11 y algo ya estaba en Plaza España, un poco antes me había parado en un restaurante al que hace tiempo le hice repartos, para averiguar si era factible que comiéramos allí.
Fuí hasta la cafetería que habíamos quedado, no había nadie (o sea, nadie, ni del encuentro ni clientes), bueno sí, una chica y un chico que están por si viene alguien; me tomé una 00 y pensé: "Esto no está dentro del Centro Comercial Las Arenas como parece en el plano, lo mismo hay una entrada dentro y ya me veo toda la mañana de aquí para allá". No había otra entrada, así que volví a la otra. Empezó a llegar la gente (siento no ir nombrando a nadie pero sé que me olvidaré de cosas importantes y no quiero ofender a nadie) así que trataré de explicar el conjunto de las experiencias:
Conforme nos fuimos reencontrando más personas, con más fuerza se respiraba la emoción, algunos nos reconocimos más fácilmente (o bien nos habíamos visto hacía menos o las fracciones de la persona nos permitían ver al/la "niñ@", y aún más cuando descubríamos que los sentimientos seguían intactos, joder!!! es inexplicable. Con otros hubo que mirarlos un poco más, pero según les mirabas iba apareciendo quien siempre ha permanecido allí, yo no se si estamos muy estropeados o qué pero yo solo vi gente muy guapa, noble, alegre. Realmente era un reencuentro de hermanos, no hubo extrañeza, cómo puede ser después de 35 años!!!.
A eso de las 14 h nos dirigimos al restaurante que yo había visitado antes: venga compartir recuerdos, reencuentros casuales con otr@s compañer@s a través de los años, rememorando anécdotas, personas, situaciones, etc.
En el restaurante yo apenas comí, me sobraba con alimentar el espíritu, podría haber estado más en "mi salsa", pero el tiempo de aislamiento que llevo me pasó factura, con todo lo que tenía para dar!!, me quedé a medias, es una putada, pero bueno, ahora lo importante es rescatar lo que "sí fue" y no lo que "pudo ser". Creo que todos hablamos más que comimos y luego algun@s se fueron y los demás fuimos a tomar algo, el tiempo pasó muy deprisa (el que puso kilómetros a la carretera podría haber añadido horas al día), así que los pocos que ya quedábamos nos fuimos despidiendo pero con las ganas, el ansia y el compromiso de organizar otro reencuentro, y por supuesto que lo organizaremos y con la esperanza que para entonces hayamos localizado a más compañer@s y también que sea más propicio para quienes quisieron venir y no pudieron.
Quieren que el próximo reencuentro sea una comida en la masía de La Ciudad de los Muchachos, donde comprábamos las gaseosas cuando íbamos de excursión, allí me mordió un perro en el culo y conservé la marca muchos años, "que farem", digo yo que habrá que volver (no es para vengarme, el pobre perro habrá muerto ya).
Ni mas ni menos
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